REÍR
En este caminar de risa...
Me asalta una sonámbula duda
la vivirá mi corazón mientras viva
Es aspirarla inmóvil, serena
Esos brazos amarrados sin ternura...
Sólo sintió su loco orgullo,
analizó los minutos de su vida
al mar impaciente que le ofrece
sus olas brillantes sin vida
UN PEQUEÑO E INCORREGIBLE DESLUMBRAR
Un pequeño e incorregible deslumbrar
arrobaron los minutos de mi ser,
ese aroma ata mi culpa.
Fue maravilloso ¿Cómo ignorarlo?
Mis ojos me delatan
Seguiré plantando días
invitada a un recuerdo
Mis pensamientos son muy altos
se aferran siempre a mí
ETERNIDAD
Ya ni su silencio espero
En las noches de tinieblas
habla en mis sueños
desde la eternidad.
Ese amor se esculpió en mi piel
Fui cobarde a su alcance
¡ciega, trizada ! grito su nombre
se quiebran mis labios
se congela mi llanto
Viviré con el alma a tientas
fatigando preguntas
inventando respuestas
a ese gozo del
tímido ciervo huí.
¡ESTUVISTE!
Con un temblor de cruces
entraste a mi habitación
dormida, tu voz sonó entera
y bella.
Mi alma quedó intranquila
en el riachuelo de sueños
Si un centelleo inocente
trasluce mi ventana
el espejo sigue el reflejo
pienso que me llama
Fue realidad
En este caminar de risa...
Me asalta una sonámbula duda
la vivirá mi corazón mientras viva
Es aspirarla inmóvil, serena
Esos brazos amarrados sin ternura...
Sólo sintió su loco orgullo,
analizó los minutos de su vida
al mar impaciente que le ofrece
sus olas brillantes sin vida
UN PEQUEÑO E INCORREGIBLE DESLUMBRAR
Un pequeño e incorregible deslumbrar
arrobaron los minutos de mi ser,
ese aroma ata mi culpa.
Fue maravilloso ¿Cómo ignorarlo?
Mis ojos me delatan
Seguiré plantando días
invitada a un recuerdo
Mis pensamientos son muy altos
se aferran siempre a mí
ETERNIDAD
Ya ni su silencio espero
En las noches de tinieblas
habla en mis sueños
desde la eternidad.
Ese amor se esculpió en mi piel
Fui cobarde a su alcance
¡ciega, trizada ! grito su nombre
se quiebran mis labios
se congela mi llanto
Viviré con el alma a tientas
fatigando preguntas
inventando respuestas
a ese gozo del
tímido ciervo huí.
¡ESTUVISTE!
Con un temblor de cruces
entraste a mi habitación
dormida, tu voz sonó entera
y bella.
Mi alma quedó intranquila
en el riachuelo de sueños
Si un centelleo inocente
trasluce mi ventana
el espejo sigue el reflejo
pienso que me llama
Fue realidad
estuviste
en mi habitación dormida...
en mi habitación dormida...
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