Ángel Bermejo, Iván Tapia, Vicente Sardes y Flor Díaz,
basado en un texto de “Los computadores: Mitos y realidades”,
obra de Jean-Marc Font & Jean-Claude Quiriou
I.
“No son las máquinas
las que se adaptan al hombre”
No le pongamos tuercas
y tornillos al corazón.
El hombre y la tecnología
renovándose sin razón
mas el amor por los siglos
sigue siendo puro amor.
II.
Quizás la génesis sea esa
hombre-máquina a través del tiempo
como un sorbo de vino o una cabalgata infinita.
Todo es invención de la mente,
el hombre conspira contra sí mismo,
todo un ciclo de venturas y desdichas.
La máquina en cambio es sólo ella,
marcha hacia delante por el mundo creativo.
Imagina ser cada día más bella,
más sabia y más amante de su creador.
Todo gira entonces,
entre las aristas del universo,
vuelve a su centro, puede compactarse,
mas también reventar como hermoso fuego artificial.
La conclusión es esta:
el hambre de la creación en el hombre es tan inmenso
como la inmensidad del mar.
III.
“No son las máquinas
las que se adaptan al hombre”
pues no poseen sensibilidad.
El hombre sólo puede adaptarse
a circunstancias y tiempo
con su pura inteligencia.
Las máquinas no tienen sentimientos
y por más inteligentes que sean
sus avanzados procesos
jamás alcanzarán al humano ser
a su inteligencia poética.
IV.
“No son las máquinas
las que se adaptan al hombre”
No son tus manos trituradas por engranajes
ni los pasos de los obreros sobre la huincha sin fin
la fuerza que mueve el mundo.
No son palabras entrecortadas y obtusas
las que construyen el futuro
en tu universo circunstancial
sino el susurro de la ternura
la caricia alegre del viento
y la ola vespertina que mece tu cuerpo en arenas.
No son las máquinas sino las páginas sedientas
las esquelas de amor compartido en el silencio
y esa soledad tan plena.
V.
Grande la astucia
importante la creación
que intuyeron en fabricar
portentosa innovación.
Resultados de una mezcla
y respuestas en el ordenador.
Por grandilocuente que sean
esas ideas astutas
nunca las máquinas reemplazarán al hombre
porque son fruto de su imaginación.
VI.
Dijo una vez y se detuvo:
“No son las máquinas las que se adaptan al hombre”
Creó un embrión en forma de Nº 1
ramificado al Nº 10
desencadenando la germinación estructurada
sobre horizonte de golondrinas
No entraron en tu fría caja
porque no tienen corazón.
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