Minúscula esfera azul entre el cosmos infinito,
inmensa, para los que moran en ella
cuyo tiempo se diluye entre
mañanas de luz y dorados arreboles.
Tiene música de trinos en conciertos sibilantes
y travesuras de un Eolo, que juguetón
alborota mares, praderas y montañas,
ilusión de un despertar tempranero.
Madre, tierna y pródiga que alimenta a sus hijos
con la savia fuerte de su piel y el fruto de sus entrañas.
Madre severa que impone normas y leyes
cuya naturaleza está…
desde el despertar de la vida y el inicio de los tiempos.
Mas, cuando se violan aquellas leyes naturales.
Agraviada…su vientre enérgico y fecundo bulle,
se remece con furia devastando el orgullo del hombre
y respira fuerte, lanzando suspiros de lava y fuego.
Otras, el líquido elemento como sierpe funesta
se recoge…
y luego…
retoma sus dominios con lamentos de sangre y muerte.
Algunos de sus hijos se han olvidado:
Del arcoiris florido entre valles verdes
del murmullo acompasado de sus cauces
de los seres inferiores que proveen sustento.
La inconciencia y el poder han dado paso a la destrucción
y al olvido de aquello que sin pedirlo se da.
¡Tierra, madre nuestra…!
¡Que tu memoria no olvide: Somos imperfectos!
¡Sin embargo, también somos tu amada herencia!
R. ASCENSIÓN REYES-ELGUETA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario