jueves, octubre 05, 2006

TERCER LUGAR COMPARTIDO CATEGORÍA POESÍA





VI CONCURSO LITERARIO LA MANO


SENTIMIENTO ANIMAL


Ángel Bermejo Lluellas

Tres jóvenes pueblerinos
Un domingo de sol radiante
A un escarpado monte fueron
Por entre rocas y matorrales.

Trepando serpenteante sendero
Observaron el horizonte
Lejanas montañas y valles
Parcelas y casas al pie del monte.

Escucharon extraño sonido
Bajo los acantilados
Detrás del álamo seco
Un plomizo rapaz alado.

Reptaba a ras del suelo
Caído de un alto nido
Cogieron al abandonado
Entre picotazos y gutural chillido.

Lo llevaron al pueblo
Con expeditos cuidados
Y durante largo tiempo
Cuidáronle esmerados.

Alimentada con carne
Creció la indefensa ave
Logrando después de meses
Ser adulto de pluma suave.

Los jóvenes comprensivos
Le devolvieron al cerro
Para que volara libre
Y encontrara su ancestro.

Lanzáronle sobre el abismo
Y el cóndor con especial estilo
Inició majestuoso vuelo
Admirando a los pueblerinos.

Mas luego se sorprendieron
Cuando el ave efectuó un giro
Volviendo hacia sus libertadores
Que lo cogieron en vilo.

Volviéronlo a lanzar
Repetidas veces hacia el cielo
Pero el porfiado rapaz
Insistió en su empeño.

Llegaron de regreso al pueblo
Con su pesada carga
Tiempo después subieron
Por el mismísimo cerro.

Pasaron sobre el despeñadero
Cuatro cóndores en bandada
En ese momento se les unió
El congénere camarada.

Vivió en forma integral
El llamado de la Naturaleza
Llegando a ser como el que más
Adulto macho con destreza.

Ha pasado cierto tiempo
Y nuestra ave con alas desplegadas
Escudriña valles y cerros
Planea en las hondonadas.

Llamó la atención al rapazuelo
Ver al grupo de mineros trabajando
Sobre explanada de un pique
Cuyo material extraído iban faenando.

Recordando quienes le criaron
Bajó solitario a la mina
Avanzó amistoso hacia los pirquineros
Que sorprendidos admiraron sus plumas finas.

Confiado se detuvo junto a los varones
Algunos se apartaron con recelo
Más, barreta en mano, un despiadado
Por detrás le propinó golpe certero.

Rodearon al ave muerta los hombres
Quitáronle las plumas con fuerte forcejeo
Riendo a todos la exhibían
Como el más valioso trofeo.

Sólo a un animal tan pensante
Puede ocurrir tamaña proeza
Que cuando joven salve al vigilante
Y en la adultez pierda toda nobleza.


Ángel Bermejo Lluellas nació en 1935, es pensionado. Su dirección es Copérnico 230, Cerro Barón, Valparaíso, Chile. Su teléfono es 2494458.